cuidar tu pelo en invierno

Cómo debes cuidar tu pelo en invierno: ¿De verdad le afecta el frío?

Aún no ha empezado el invierno y ya estamos inmersos en la primera ola de frío. En esta época, seguro que muchos de vosotros prestáis una atención especial a la piel. Y sobre todo a la del rostro y las manos, la que está más expuesta precisamente a las bajas temperaturas. Los consejos de dermatólogos y especialistas son siempre un mayor cuidado e hidratación constante para evitar todo tipo de rojeces, sequedad, tiranteces, etc. Pero, ¿y qué ocurre con el pelo en invierno?

El frío provoca que los capilares de nuestra piel se contraigan. Esto hace que disminuya la irrigación y que las células de la epidermis no reciban el suficiente oxígeno y nutrientes. Además, se retrasa también el ciclo de renovación celular, y las células muertas se acumulan formando una gruesa capa. Nuestra piel empieza a mostrarse seca, tirante y con un aspecto apagado.

Y sí, esto ocurre en nuestra piel, en toda ella, también en la del cuero cabelludo.

Así sufre nuestro pelo en invierno

Si bien es cierto que el frío no tiene que ver directamente con una mayor caída del cabello o con problemas relacionados con algún tipo de alopecia, también lo es que debemos prestarle una mayor atención en invierno. Va a necesitar un extra de hidratación y protección frente a estos cambios bruscos de temperatura, tan típicos en esta época del año.

Por un lado, la humedad y el frío son los causantes del temido encrespamiento. Por otro, el mayor uso de secadores y el efecto de la calefacción y los cambios de temperatura entre el exterior y el interior tampoco son de ayuda. Nuestro cabello tiende a volverse más seco y más propenso a romperse.

Claves para cuidar tu pelo en invierno

Por todo ello, es esencial saber cómo cuidarlo correctamente para que siga estando sano, flexible, hidratado y bonito. Estos son 5 aspectos que tienes que tener en cuenta para protegerlo en invierno:

1. Defensas contra el frío. Si nutres adecuadamente tu cabello, tendrá las defensas necesarias para plantarle cara al frío y evitar que se reseque o se rompa. Para ello, es fundamental que utilices un champú y un acondicionador adecuados a tu tipo de cabello. No tienes por qué cambiar tu rutina, pero sí es necesario que incorpores un extra de hidratación y protección mediante una mascarilla y serum que proteja nuestra hebra capilar. Al igual que en verano, te ayudará a regular la humedad del pelo y a protegerlo de la sequedad.

2. No abuses del calor. Es cierto que en invierno usamos más el secador, pero mejor si optamos por uno que nos permita regular la intensidad del aire y la temperatura. Si ambas son moderadas, mucho menos castigaremos a nuestro pelo. Si además sueles utilizar planchas, tenacillas, rizadores…, es esencial que emplees un protector térmico para el cabello. Los puedes encontrar en formato spray o espuma.

3. Si tienes el cuero cabelludo seco, doble cuidado. El frío tiene un efecto vasoconstrictor sobre el cuero cabelludo. Las glándulas sebáceas trabajan menos de lo habitual y no lo hidratan lo suficiente. Esto provoca una mayor sequedad, que puede desembocar en caspa, picores y un empeoramiento de patologías como psoriasis y dermatitis. ¿El mejor remedio? Hidratación y una visita a tu especialista o clínica capilar si notas más molestias de lo normal. También es importante utilizar un exfoliante capilar para preparar el cuero cabelludo, eliminando células muertas para sacar el mayor beneficio de la hidratación y nutrición adicional que apliquemos. Será un buen aliado estos meses.

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Si además esquías, atento.

Es esencial proteger el cuero cabelludo de los rayos ultravioleta. Y aún más si practicas cualquier deporte de nieve, ya que está muy expuesto. Al reflejarse el sol en la nieve, crea un efecto pantalla que aumenta la potencia de los rayos solares Esto es muy perjudicial para nuestro cuero cabelludo, que puede terminar con quemaduras y ampollas. Un spray protector para el cabello y una mascarilla al final de cada jornada serán dos muy buenos aliados. Disfrutarás de la nieve sin poner en peligro tu pelo.

Si, además de estos cuidados, refuerzas la protección de tu cabello con unas sesiones de láser o bioestimulación capilar, mucho mejor. También es esencial hidratar y nutrir correctamente la parte expuesta (el tallo capilar) para contrarrestar los efectos adversos del frío. Así conseguirás que este invierno tu pelo se vea más sano, brillante y bonito. Merece la pena, ¿verdad? Y además estarás empezando a trabajar y preparar tu cabello de cara a los meses de verano.