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Estrés y caída del cabello: Así es como tus folículos pilosos quedan fuera de combate

¿Qué relación hay entre el estrés y caída del cabello? Que el estrés es uno de los peores enemigos con los que nuestra salud tiene que lidiar en la actualidad es de sobra conocido. En la consulta de nuestra clínica capilar en Madrid comprobamos cómo cada vez son más las alopecias cicatriciales motivadas por una mala respuesta o funcionamiento el sistema inmunológico del paciente, que ataca al folículo piloso “cicatrizándolo” y provocando que le pelo no vuelva a crecer en muchos casos. No cabe duda de que los altos niveles de estrés que muchas personas soportan hoy en día (y más en medio de una pandemia como la del COVID) están originado más enfermedades directamente relacionadas con el sistema auntoinmune, en el caso del cabello: Alopecia Frontal Fibrosante, Alopecia Areata. Liquen, Lupus, etc.

Pero,  ¿qué reacción real provoca el estrés en nuestro cuero cabelludo? ¿Cómo ataca a los folículos pilosos para llegar a provocar una caída de cabello notable? Al parecer, el estrés afecta de forma directa a las células madre de los folículos, tal y como revela un nuevo estudio.

Los autores de este análisis (llevado a cabo en la Universidad de Hardvard) han conseguido averiguar la relación entre el estrés y caída del cabello. ¿Por qué el estrés mantenido en el tiempo hace que el pelo se caiga? Al parecer, el estrés llega a afectar de forma severa a los tejidos capilares, haciendo que las células madre de los folículos pasen a una fase de letargo, que provoca la degeneración del folículo hasta su estrangulamiento y posterior caída.

Como explica Ya-Chieh Hsu, el autor principal del estudio, ”Hemos descubierto que el estrés retrasa la activación de las células madre del folículo piloso y cambia la frecuencia con que estas regeneran los tejidos”.

Pero este descubrimiento va más allá, ya que los investigadores creen que podría ayudar a revertir el proceso, restaurando el crecimiento del cabello. ¿Cómo?

El estudio, para el que se analizó un modelo de estrés crónico en ratones, puso de manifiesto cómo las células madre del folículo piloso permanecían en fase de reposo durante mucho tiempo sin regenerar tejidos. Según ellos, el estrés crónico provoca un aumento de la corticosterona, una hormona que se segrega en momentos de ansiedad y que es la responsable, por ejemplo, de episodios de pérdida repentina de memoria.

Los científicos administraron corticosterona a los ratones, con el fin de reproducir en ellos el efecto del estrés crónico en las células madre.

De esta forma, pudieron demostrar la relación entre estrés y caída del cabello, al comprobar que un nivel de hormonas del estrés elevado tiene un efecto negativo directo sobre las células madre del folículo piloso. Pero, como afirma Hsu, “la verdadera sorpresa llegó cuando eliminamos la fuente de las hormonas del estrés”.

En condiciones normales, la regeneración de los folículos pilosos se vuelve más lenta con la edad. En sus experimentos, al eliminar las hormonas del estrés, consiguieron que la fase de reposo de las células madre fuera corta y aumentara la fase de crecimiento para regenerar los folículos pilosos durante toda su vida, incluso cuando las células eran `viejas´.

Papila dérmica y Gas6, las claves

Los científicos comprobaron que la hormona del estrés actúa en realidad sobre un grupo de células dérmicas situado debajo del folículo piloso, conocido como papila dérmica, y que es esencial para activar las células madre del folículo piloso.

En estudios anteriores, cuando se alteraban los niveles de la hormona del estrés, no cambiaban los factores secretados por la papila dérmica. ¿Por qué? Porque la hormona del estrés impedía que las células de la papila dérmica secretaran Gas6 (una proteína similar a la proteína S).

Como aseguraba otro de los participantes en el estudio, Choi: “Tanto en condiciones normales como de estrés, añadir Gas6 en nuestro trabajo fue suficiente para activar las células madre del folículo piloso, que se encontraban en fase de reposo, y promover así el crecimiento del cabello”.

Además, añadía que será muy interesante explorar si otros cambios y efectos provocados en el organismo por el estrés crónico están relacionados con el hecho de que esta hormona del estrés tenga algo que ver en la regulación de Gas6.

¿Se puede aplicar este estudio en humanos? De momento, los expertos creen que no, ya que el mecanismo sería muy diferente. Pero en un futuro cercano, todo es posible. Lo que está claro es que cada vez tenemos más datos y más herramientas, tratamientos y fármacos para luchar contra la caída del cabello y la alopecia.

¿Tienes alguna duda o te gustaría exponer tu caso a nuestro equipo médico o a nuestra tricóloga? No dejes de contactarnos. Estaremos encantado@s de asesorarte sin compromiso.