Dr. Romeo

Dr. Romeo: “En Cirugía Capilar y Reparadora, el Microinjerto funciona muy bien”

De sobra es conocida la gran demanda de tratamientos relacionados con Cirugía Plástica a la hora de mejorar ciertos aspectos de nuestro físico o de seguir manteniendo una imagen joven y atractiva  (ya sea del rostro, manos, cuerpo, cabello…). Pero, en algunas casos, este tipo de intervenciones cobran una relevancia aún más importante y también urgente, con el fin de reparar o recuperar ciertas zonas de nuestro organismo que, tras un accidente, una enfermedad, quemaduras, etc., puedan presentar lesiones serias.
 
¿Qué tipo de cirugías son las más demandadas por los pacientes? ¿En qué consiste la Cirugía Reparadora? ¿Qué resultados ofrece? ¿Hacía dónde estamos avanzando en este campo? Hoy hablamos de todo ello con el Dr. Marco Romeo, Cirujano Plástico y colaborador de Capilárea con más de 7 años de experiencia profesional y que precisamente está especializado en Cirugía Mamaria (exterior y reparadora), Reconstrucción Facial y Cirugía Reparadora de Cuero Cabelludo.
 
A día de hoy, ¿cuál es la intervención que seguimos solicitando más en las consultas de los cirujanos plásticos?
 
Si hablamos de intervención, la cirugía más demandada sigue siendo el aumento mamario y también la liposucción. Si hablamos de Medicina Estética, sin cirugía, lo más solicitado en la consulta por nuestros pacientes son tratamientos relacionados con Ácido Hialurónico, Botox y últimamente estamos teniendo un discreto incremento en tratamiento de venas superficiales en las piernas y otras zonas del cuerpo.
 

“Los hombres suelen tener unas expectativas de resultados tras una cirugía mucho más altas que las mujeres. Aceptan pocos compromisos».

 

 
¿Y todos estos tratamientos siguen siendo más demandados por mujeres que por hombres, o esto va cambiando…? 
 
Sí, la mayoría son mujeres. Aunque es cierto que, durante los últimos años, se ha producido un aumento en el número de hombres que acuden a la consulta. Está claro que hombre de hoy se cuida más, se preocupa más por su aspecto físico, independientemente de que sea heterosexual u homosexual. Pero sigue habiendo un mayor público femenino, que además se enfrenta mejor al proceso de una intervención quirúrgica. Al hombre le cuesta más, tanto a la hora de tomar la decisión de venir a la consulta y exponer su problema o su necesidad, como a la hora de aceptar los resultados, es mucho más exigente. Y no hablo de un trabajo mal hecho, sino de que suele tener unas expectativas mucho más altas, tanto que a veces llegan a ser irreales…
 
¿Qué servicios o tratamientos serían los que más demanda este público masculino?
 
Sobre todo los relacionados con el tratamiento de los párpados inferiores (lo que llamamos bolsas), la liposucción de abdomen, el relleno de grasa de los pómulos y también hemos tenido algún caso de aumento de gemelos, de pantorrilla. El último en concreto era una persona muy deportista, muy en forma, pero con la pierna un poco más pequeña, menos voluminosa de lo que le gustaría. Y mucho se puede hacer.
 
Al principio mencionábamos la Cirugía Reparadora, como parte de su especialización. ¿En qué consiste?
 
Este tipo de cirugía no obedece a un momento concreto ni un estilo como ocurre con la Cirugía Estetica. Tampoco se da más en hombres o mujeres. Se solicita cuando alguien necesita reparar o recuperar una zona de su cuerpo que ha sido dañada, por ejemplo, una reconstrucción mamaria tras un cáncer, o para corrección de cicatrices tras una enfermedad o un accidente. Algunas pueden llegar a ser muy complicadas.
 
¿La piel de qué zonas de nuestro cuerpo resulta la más difícil de reconstruir?
 
Zonas como por ejemplo las manos, que tienen un elemento dinámico. Y también toda la zona de la cara, sobre todo la boca y los párpados, una zona además muy importante por la interacción social. Por ejemplo, una cicatriz retraída en la espalda, no supondría un problema. Sin embargo, si esta cicatriz retraída se da en un párpado o en la zona boca, el paciente puede llegar a perder el ojo o hacer muy complicado un acto tan sencillo como beber o comer… lo que puede afectar mucho a su vida. Son zonas muy delicadas de reconstruir.
 

«El Microinjerto funciona muy bien, y es apto en ciertos casos más complicados, que no pueden someterse a otros tipos de cirugías»

 
¿La Cirugía Capilar también entraría dentro de estas intervenciones de Cirugía Reparadora?
 
Sí, normalmente como consecuencia de quemaduras o después de un cáncer… Todo lo que involucra y afecta de alguna forma al cuero cabelludo. Inclusive puede llegar a las pestañas. En este caso, hay que esperar a que el proceso patológico se haya solucionado, y muchas veces hace falta reconstruir con injertos capilares. En este sentido, de nuevo no hay un público más femenino o masculino. De hecho, incluso se dan casos también de niños que necesitan este tipo de intervenciones. Tanto en Cirugía Capilar como Reparadora, el Microinjerto o trasplante de pelo funciona muy bien, es muy conservador y apto en ciertos casos más complicados, que no pueden someterse a otros tipos de cirugías.
 
Cuando hablamos de cáncer y de reconstrucción del cuero cabelludo, ¿a qué nos estamos refiriendo concretamente?
 
Desde el punto de vista de la Cirugía Plástica, la intervención va dirigida a reconstruir el cuero cabelludo del paciente que ha sufrido un cáncer que ha afectado directamente a esta zona, a la cabeza. Otro tema diferente sería la necesidad de un Microinjerto, por ejemplo, en aquellos casos de cáncer que, tras un tratamiento de Quimioterapia, el pelo no vuelve a crecer por completo, dejando algunas zonas despobladas y que es necesario volver a cubrir. Es importante señalar que son dos cosas diferentes, dos tipos distintos de intervención. La Quimioterapia, más que al cuero cabelludo (aunque tras el tratamiento suele volver a crecer, sí hay ocasiones en las que puede no hacerlo o no del todo), incide sobre todo en el crecimiento de cejas y de pestañas. Hay más número de casos de personas afectadas de cáncer que tienen problemas para recuperar el vello en estas zonas que en el propio cuero cabelludo. Y esto es complicado, porque en el cuero cabelludo podemos perder 10.000 folículos y no se aprecia tanto como si en la línea de la pestaña perdemos la mitad del vello… Aunque sea poco, será en las pestañas será mucho más visible.
 
¿Serían entonces las pestañas una de las zonas más complicadas a la hora de realizar un Microinjerto?
 
Sí, las pestañas suponen la línea más pequeña y delicada. Luego estarían las cejas y después el cuero cabelludo, que sería la más sencilla de estas tres cirugías capilares. Todo ello es estéticamente posible, y ofrecen muy buenos resultados siempre que nos pongamos en manos de un buen profesional.
 
¿Cómo se reconstruye el cuero cabelludo de un paciente con cáncer?
 
Si tenemos un cáncer que afecta a la cabeza, intentamos mantener la máxima cantidad de la zona la capa de la piel que contiene el pelo, porque ésta no se puede sustituir, al menos no de forma natural… Pero si se llega a dar una exposición ósea o del cráneo o incluso del cerebro, hay que procurar una cobertura del mismo: a través de un expansor de piel, de un injerto, con un trasplante… Al terminar este proceso de cobertura de las zonas dañadas, las zonas que se han quedado sin pelo se recuperan mediante un Microinjerto. En este tipo de reconstrucciones más complejas normalmente se requieren varias intervenciones, varias fases: una primera, la más grande y delicada, y luego pequeños retoques.
 
¿Esto funciona igual en el caso de reconstrucciones por quemaduras? ¿El procedimiento sería similar?
 
Sí, sería una intervención parecida, aunque algunas son más complicadas que otras. No es lo mismo, por ejemplo, reconstruir piel sencilla como puede ser la de la espalda, que piel más compleja, como puede ser la del cuero cabelludo.
 
¿Cuál es la intervención más complicada de las que usted como profesional realiza?
Todo lo que entra en el campo de la Microcirugía. Es decir, son verdaderos trasplantes, con la diferencia de que en este caso el donante es el propio paciente. De esta forma, se trata de extraer piel, grasa o músculos o más tejidos con su arteria y vena y volver a acoplarlo al microscopio. Hablamos de vasos que tienen 1 o 2 milímetros de diámetro… Hace falta mucho entrenamiento y mano firme, además de un cuidado especial postoperatorio. Por ejemplo, a través de este tipo de intervención, se puede reconstruir la mama después de un cáncer sin implantes, sin prótesis, de forma totalmente natural. Es difícil, pero probablemente sea el reto más fascinante para mi como cirujano de llevar a cabo. En este caso, las expectativas son muy altas, tanto para el paciente con para nosotros. Son técnicas complejas para solucionar problemas complejos. Y la verdad es que cuando esto funciona, que es la mayoría de las veces, la satisfacción es muy grande.
 
¿Podemos decir que hoy en día los resultados de una cirugía son cada vez mejores?
 
Los resultados son efectivos, así es. Se han mejorado y se siguen mejorando. Cada vez tenemos menos cicatrices y recuperaciones más cortas. Además, muchas intervenciones que antes se hacían con ingreso hospitalario ahora se hacen en una tarde o en una mañana, lo que también hace que la vida laboral o personal del paciente se vea poco afectada.
 
En el caso de las cicatrices producidas por la extracción de vello o cabello, ¿se sigue avanzando y mejorando también para que sean cada vez menos visibles?
 
Como cirujanos plásticos, tenemos muy claro el concepto de zona donante, tanto para el pelo como para la piel y otros tejidos. La preocupación principal es: voy a reparar un defecto, un problema, pero la zona donante es igualmente importante. Porque lo que no podemos hacer es solucionar un problema y crear otro…
 
Se habla mucho de salir al extranjero para abaratar el coste de intervenciones del tipo de un Microinjerto y otro tipo de cirugías plásticas. ¿Qué riesgos podemos correr si no nos ponemos en manos de un profesional cualificado?
 
Yo tengo mucho respeto por mis compañeros en el extranjero. Conozco a muchos de ellos y sé que trabajan bien. Pero algo que tengo muy claro es que tu médico siempre has de tenerlo cerca, donde tú vivas, para poder solucionar de forma sencilla cualquier problema que pudiera surgir tras la intervención. Una pequeña complicación cuando estás en un avión a 3.000 km de casa, puede transformarse en un problema grande. O sencillamente, puede hacer que el gasto de 1.000 euros frente a 5.000, por poner un ejemplo, que hemos hecho en un país lejano pierda el sentido totalmente. Me gusta la expresión: “Al final, lo barato puede salirte muy caro”, porque puede pasar. También corremos el riesgo de no conocer por lo general de antemano al profesional que nos va a atender y a intervenir… Ahora, con las redes sociales e Internet, suelo recibir muchas peticiones y presupuestos preguntándome por el precio de una intervención. Creo firmemente en que un presupuesto sólo puede darse después de una consulta personalizada. Pero,  mi duda es: ¿le importa más a ese paciente el coste o la calidad y experiencia del profesional que le va a cortar o suturar? Porque debería, es su salud la que está en juego. El dinero es importante, por supuesto, pero que el coste ante una intervención de este estilo sea la clave para elegir, lo veo del todo equivocado.
 
¿Quizás esto ocurre porque seguimos asociando este tipo de intervenciones o cirugías con la Estética y la Belleza más que con la Salud?
 
Sí, muchas personas piensan que son intervenciones sencillas, estéticas… Pero es un acto médico. La cosa más sencilla que puede ocurrir es tener una reacción alérgica a un anestésico local… ¿Y qué haces después si te sientes mal? ¿Si no hay un medico que ha tomado todas las precauciones necesarias para que salga todo bien? Un injerto de pelo es sencillo, es decir, tiene un riesgo relativamente bajo, pero no deja de ser una cirugía, y tiene que estar realizada por profesionales. Siempre hay financiación, pagos a largo plazo y facilidades para hacerlo. Si vas buscando sólo el precio, mejor no lo hagas. Hablando precisamente de esto con una azafata de vuelo hace poco le decía: “Tú quieres una cirugía de primera clase con precios de económica” Y eso es lo que no puede ser. Tenemos que tener claro que, cuando un precio está notablemente por debajo del mercado, es porque se está ahorrando en algo o no se está ofreciendo exactamente lo mismo, y esto puede ir en contra en algunas ocasiones de la salud del paciente.